El tiempo bíblico de Elías y Eliseo es lo que hoy llamaríamos avivamiento. Dios estaba obrando señales y milagros a fin de que su pueblo regresara a él en obediencia y arrepentimiento.

En medio de este mover, Naamán – un hombre de Siria – experimenta una legítima conversión al único Dios verdadero. Al mismo tiempo, Geizi – siervo de Eliseo y siervo de Dios – se distrae de los propósitos del Señor por avaricia y cae, junto con su familia, bajo juicio divino. Cuidemos nuestro corazón del materialismo y de la codicia.