Tim Truesdale nos habla de la iglesia unida.  El plan de Dios para una iglesia saludable incluye unidad en la diversidad — aunque tal vez no sea ordenado.  La invitación es que nos “apuntemos de nuevo” a abrazar nuestro rol único en el cuerpo — y verlo crecer conforme llego con un corazón para abrazar el plan de unidad de la iglesia.

Así Dios ha dispuesto los miembros de nuestro cuerpo, dando mayor honra a los que menos tenían, a fin de que no haya división en el cuerpo, sino que sus miembros se preocupen por igual unos por otros. – 1Cor 12:24-25