David tenÃa el deseo de construir para Dios el Templo, pero Dios le hace entender que ese no es su llamado, que su llamado es conquistar la tierra y generar paz polÃtica y social. El aprendizaje para nosotros es que a veces nuestros planos no son los planes de Dios. Aceptar el no de Dios requiere tanta fe como para cumplir el sà de Dios.
Además, el pasaje que viene a llamarse como el Pacto de David habla mucho sobre la Paternidad de Dios y cómo él tiene un plan eterno de salvación en mente.
“Cuando tu vida llegue a su fin y vayas a descansar entre tus antepasados, yo pondré en el trono a uno de tus propios descendientes, y afirmaré su reino. Será él quien construya una casa en mi honor, y yo afirmaré su trono real para siempre. Yo seré su padre, y él será mi hijo. Asà que, cuando haga lo malo, lo castigaré con varas y azotes, como lo harÃa un padre. Sin embargo, no le negaré mi amor, como se lo negué a Saúl, a quien abandoné para abrirte paso. Tu casa y tu reino durarán para siempre delante de mÃ; tu trono quedará establecido para siempre.†»
Titulo: El Pacto de Dios con David
Expositor:Â SofÃa Quintanilla
Fecha: 26/06/2016
Duración: 43 min (64 kbps)
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