La Juventud es un buen tiempo para desarrollar tu relación con Dios. Acuérdate, pues, de tu Creador en los días de tu juventud, Antes que vengan los días malos, Y se acerquen los años en que digas: “No tengo en ellos placer.” (Ecl 12:1 NBLH)

Dios está más interesado en tu disponibilidad que en tu edad. Mientras tanto, el joven Samuel, vestido con un efod delino,[2] continuaba al servicio del Señor. (1Sa 2:18 DHH)

Dios espera obediencia de parte de los hijos.  Hijos, obedezcan a sus padres en todo, como le agrada al Señor (Col 3:20 BNP)

Los jóvenes pueden ser ejemplares. No permitas que nadie te desprecie por ser joven. Al contrario, trata de ser un ejemplo para los demás cristianos. (1Ti 4:12 TLA)

Vivir una vida loca deshonra a los padres.  El que cumple la ley es prudente,
el que se junta con depravados avergüenza su padre. (Pro 28:7 BNP)

Dios ve mal a los que se aprovechan de sus padres. Amigo de gente malvada es quien roba a sus padres y alega que no ha hecho nada. (Pro 28:24 TLA)

Hay que saber escoger los amigos. Evita las pasiones desordenadas que les complacen a los jóvenes. Esfuérzate por alcanzar una vida recta, tener fe, amor y paz junto con la gente que tiene corazón puro y que ha confiado en el Señor. (2Ti 2:22 PDT)

[Foto de PCGAZ]